Hoy, 4 de octubre, conmemoramos a San FRANCISCO de ASÍS, Fundador.
SAN FRANCISCO DE ASÍS (1182-1226) nació en Asís, Italia, hijo de un comerciante y su esposa francesa, que era noble.
En su juventud, a Giovanni Bernardone lo llamaban “Francesco”, o sea “el francés”, por su ascendencia materna. Era un joven despreocupado y rico cuyo deseo era volverse caballero de la corte.
En la guerra entre Asís y Perugia de 1203, sin embargo, el futuro San Francisco fue capturado y mantenido prisionero por un año. Una enfermedad que contrajo en la cárcel contribuyó a su profunda conversión.
Cuando fue liberado, emprendió una peregrinación a Roma, donde pasó un tiempo cuidando a leprosos. Luego regresó a Asís, y se instaló en la derruida iglesia de San Damián.
Durante sus meditaciones ahí, San Francisco escuchó una voz misteriosa que lo imprecaba para que restaurara la iglesia. Para ello vendió algunas telas del negocio de su padre. Pero luego èste se lo reclamó de manera violenta, seguro pensando que su hijo había enloquecido.
Como reclamación, su padre lo condujo ante el obispo, exigiendo reparación por las mercancías que su hijo había vendido. Cuenta la tradición que entonces San Francisco se despojó ahí mismo de todas sus prendas, renunciando así a su herencia, y salió caminando desnudo de la ciudad.
Los siguientes años, de 1207 a 1209, San Francisco de Asís los pasó haciendo vida de ermitaño. Pasado ese tiempo, regresó al mundo con la decisión de fundar una orden, a la cual llamó de los Frailes Menores, apelando a la humildad que debía de regir sus vidas.
En un principio había reunido en torno a sí a doce frailes, a manera de discípulos, pero conforme la comunidad fue creciendo se dio la necesidad de organizar y sistematizar, así como tener una disciplina en común.
De este modo San Francisco redactó su primera regla, misma que fue aprobada verbalmente por el papa Inocencio III. Éste es el inicio de lo que sería su Primera Orden.
En 1212, una joven noble escuchó sus palabras y se decidió a seguirlo: era Santa Clara. Gracias a su apoyo, se fundaría la Segunda Orden, de hermanas, que llegarían a ser conocidas como Clarisas.
Los siguientes años fueron de peregrinación. San Francisco intentó viajar a Tierra Santa, pero un naufragio lo impidió. Entonces siguió una vida misionera que lo llevó a Dalmacia, y posteriormente al sur de Francia y la península Ibérica.
Su travesía le llevó hasta Egipto, donde fue bien recibido por el sultán Al-Malik Al-Kamil, con quien sostuvo un coloquio que probaba que ambas grandes religiones podían convivir con respeto y armonía, sin necesidad de hacerse la guerra.
En Roma conoció a Santo Domingo, fundador de otra de las grandes órdenes religiosas. De vuelta en Asís se retiró al monte Alvernia, donde construyó una pequeña celda. Ahí ocurrió el milagro de los estigmas, cuando en un arranque místico aparecieron impresas en su cuerpo todas las heridas que había sufrido Jesús en su martirio.
El Poverello, como empezó a ser llamado, fundó también la Tercera Orden, o de los Terciarios, para personas que quisieran vivir en el mundo, pero siguiendo las rígidas reglas de la orden franciscana.
En 1225, San Francisco vio muy minada su salud, perdiendo casi totalmente la vista, y lo tuvieron que llevar con distintos médicos. Al año siguiente, sintiéndose morir, pidió que lo llevaran a su querida capilla Porciúncula, cerca de Asís, donde finalmente falleció.
Son conocidas las anécdotas de San Francisco en las que amansa a un feroz lobo simplemente hablándole y tratándolo como hermano, o sus predicaciones a los pájaros, que cantaban junto con él.
Apenas dos años después de su muerte, en 1228, San Francisco de Asís fue canonizado por el papa Gregorio IX. En 1980, el papa Juan Pablo II lo nombró santo protector de la ecología.
SAN FRANCISCO DE ASÍS nos enseña el valor de renunciar a los bienes materiales.
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SAN FRANCISCO DE ASÍS (1182-1226) nació en Asís, Italia, hijo de un comerciante y su esposa francesa, que era noble.
En su juventud, a Giovanni Bernardone lo llamaban “Francesco”, o sea “el francés”, por su ascendencia materna. Era un joven despreocupado y rico cuyo deseo era volverse caballero de la corte.
En la guerra entre Asís y Perugia de 1203, sin embargo, el futuro San Francisco fue capturado y mantenido prisionero por un año. Una enfermedad que contrajo en la cárcel contribuyó a su profunda conversión.
Cuando fue liberado, emprendió una peregrinación a Roma, donde pasó un tiempo cuidando a leprosos. Luego regresó a Asís, y se instaló en la derruida iglesia de San Damián.
Durante sus meditaciones ahí, San Francisco escuchó una voz misteriosa que lo imprecaba para que restaurara la iglesia. Para ello vendió algunas telas del negocio de su padre. Pero luego èste se lo reclamó de manera violenta, seguro pensando que su hijo había enloquecido.
Como reclamación, su padre lo condujo ante el obispo, exigiendo reparación por las mercancías que su hijo había vendido. Cuenta la tradición que entonces San Francisco se despojó ahí mismo de todas sus prendas, renunciando así a su herencia, y salió caminando desnudo de la ciudad.
Los siguientes años, de 1207 a 1209, San Francisco de Asís los pasó haciendo vida de ermitaño. Pasado ese tiempo, regresó al mundo con la decisión de fundar una orden, a la cual llamó de los Frailes Menores, apelando a la humildad que debía de regir sus vidas.
En un principio había reunido en torno a sí a doce frailes, a manera de discípulos, pero conforme la comunidad fue creciendo se dio la necesidad de organizar y sistematizar, así como tener una disciplina en común.
De este modo San Francisco redactó su primera regla, misma que fue aprobada verbalmente por el papa Inocencio III. Éste es el inicio de lo que sería su Primera Orden.
En 1212, una joven noble escuchó sus palabras y se decidió a seguirlo: era Santa Clara. Gracias a su apoyo, se fundaría la Segunda Orden, de hermanas, que llegarían a ser conocidas como Clarisas.
Los siguientes años fueron de peregrinación. San Francisco intentó viajar a Tierra Santa, pero un naufragio lo impidió. Entonces siguió una vida misionera que lo llevó a Dalmacia, y posteriormente al sur de Francia y la península Ibérica.
Su travesía le llevó hasta Egipto, donde fue bien recibido por el sultán Al-Malik Al-Kamil, con quien sostuvo un coloquio que probaba que ambas grandes religiones podían convivir con respeto y armonía, sin necesidad de hacerse la guerra.
En Roma conoció a Santo Domingo, fundador de otra de las grandes órdenes religiosas. De vuelta en Asís se retiró al monte Alvernia, donde construyó una pequeña celda. Ahí ocurrió el milagro de los estigmas, cuando en un arranque místico aparecieron impresas en su cuerpo todas las heridas que había sufrido Jesús en su martirio.
El Poverello, como empezó a ser llamado, fundó también la Tercera Orden, o de los Terciarios, para personas que quisieran vivir en el mundo, pero siguiendo las rígidas reglas de la orden franciscana.
En 1225, San Francisco vio muy minada su salud, perdiendo casi totalmente la vista, y lo tuvieron que llevar con distintos médicos. Al año siguiente, sintiéndose morir, pidió que lo llevaran a su querida capilla Porciúncula, cerca de Asís, donde finalmente falleció.
Son conocidas las anécdotas de San Francisco en las que amansa a un feroz lobo simplemente hablándole y tratándolo como hermano, o sus predicaciones a los pájaros, que cantaban junto con él.
Apenas dos años después de su muerte, en 1228, San Francisco de Asís fue canonizado por el papa Gregorio IX. En 1980, el papa Juan Pablo II lo nombró santo protector de la ecología.
SAN FRANCISCO DE ASÍS nos enseña el valor de renunciar a los bienes materiales.
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Amado San Francisco de Asís, Santo protector de mi familia, en la cual muchos han llevado o llevan hoy tu nombre: que imitemos tus virtudes de sencillez, amor a Dios, al prójimo y a la creación; que siempre alabemos a Dios como tú lo hacías por cada cosa que generosamente nos da sin ningún mérito nuestro, que vivamos según su voluntad, nos arrepintamos de nuestras faltas, ayudemos a todo el que necesita aunque más no sea mediante nuestras oraciones si no es posible hacerlo de otra manera. En tu día, glorioso San Francisco, te ruego intercedas ante el Padre de todos por la salud espiritual y física de los enfermos, para que librados de esas ataduras podamos dar gracias al Señor por las maravillas que Él obra en sus criaturas. Que a través tuyo y de la Ssma. Virgen María aumente nuestra fe, esperanza y caridad, que demos gracias por cada día que vivimos y nos esforcemos por ser mejores cristianos para que así el mundo crea y se convierta de tantos males que nos agobian. Gracias San Francisco, gracias a Dios por darnos un Santo como tú.
ResponderEliminar* Queridos hermanos de este Santoral, Marilena, Ma. Victoria, Beatriz, Lilly (que estés mejor hermana y pronto puedas estar escribiendo aquí como siempre lo hacías), Olga, Jorge, Toño, Pepe y todos los demás que imploran por sus necesidades: que el Señor les dé cuanto piden con fe y que la paz que de Él procede reine en sus corazones. Que San Francisco interceda `por todos cuantos necesitan la ayuda de Dios.
Alabado seas, SAN FRANCISCO DE ASÍS, tu que has abandonado la vida cómoda y fácil para dedicarte a socorrer a los más necesitados, fundador de grandes ordenes religiosas. Qué en la Gloria estés junto a los seres celestiales. En este día, SAN FRANCISCO DE ASÍS, te pido intercedas ante Nuestro Señor Jesucristo, si así ÉL lo tiene dispuesto a favor de retaurar la salud del dalma, espíritu y cuerpo de mi hija María Victoria. Jesús!...confió en ti. Tu todo lo puedes, sabes de nuestras necesidades, una palabra tuya basta. Jusús...te ruego ,lleves hacia ella tu mano amorosa y sanadora, muéstrale el camino a seguir, que le permita quitar sus pesares y enfermedades, ilumina su camino de vida. Infúndele fe ,esperanza y la alegría en el vivir de cada día. Jesús ...que se haga tu voluntad.
ResponderEliminarSantísima Virgen María!...Madre de Jesús y Madre nuestra; te imploro ,lleves hacia ella tu mano amorosa y maternal, hazle saber cuánto la amas y la cuidas, Madre...dale tu bendicióm, protejela bajo tu Sagrado Manto de todo daño y ataque del maligno.Gracias Madre por atender mi pedido. Pido perdón por mis pecados de la misma forma que perdono a los que me faltaron.Qué así sea. Amén.Gracias.
*Hermanos en la fe del Santoral; Lilly, Jorge, Olga, Pepe, Toño, María J., Beatríz y todos los anónimos que a diario presentamos nuestras súplicas. Tengo fe!!!! . Jesús y la Virgen María escuchan nuestros pedidos. Por Lilly;Dios te salve María, llena eres de Gracia, es Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres.......Amén.
El hombre al despertar se torna en un sabio:sabe que las realidades humanas ofrecen marcos estrechos que oprimen nuestras ansias de trascendencia y que así nace la angustia; sabe que solo Dios ofrece cauces de canalización a los impulsos ancestrales y profundos del corazón humano.
ResponderEliminardespiertanos, Francisco para soñar en tan alta gloria, y encontrarnos en tan humillante derrota,enseñanos el valor de renunciar a los bienes materiales.y esperar a Dios.
QUERIDOS HERMANOS . SAN FRANCISCO NOS DEJO EL MAYOR EJEMPLO DE HUMILDAD . DESDE LA NADA FUNDO ALOS HERMANOS MENORES .FUE UN HOMBRE BUENO Y LLENO DE SANTIDAD. COMO LO DIJO "JUAN PABLO II" .SUS ESTIGMAS Y DEMAS BENDICIONES . NOS SIGUEN DESDE EL CIELO . JUNTO A QUERIDOS SANTOS , COMO COMPAÑEROS Y CONTEMPORANEOS . SAN ANTONIO Y SANTA CLARA . PIDO A ELLOS JUNTO A MI QUERIDO SAN FRANCISCO. RUEGUEN POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO . POR LOS POBRES Y HUMILDES .LOS ENFERMOS .LOS ATORMENTADOS POR LAS DEUDAS . LOS QUE TIENEN SED DE JUSTICIA . LOS QUE NECESITAN LIBERACION Y PAZ EN SUS ALMAS .POR LOS SACERDOTES Y LAS HERMANAS MONJAS .POR LOS QUE MISIONAN . POR LA SANTA IGLECIA .POR SAN BENITO XVI , POR JESUS Y MARIA SANTISIMA .AMEN AMEN AMEN
ResponderEliminarSan Francisco de Asìs, què ejemplo de humildad, intercede por nosotros en este mundo donde cada dìa somos màs apegados a los bienes materiales. No es malo tenerlos, pero sì que nos aferremos a ellos. Ilumìnamos para darle el real valor a las cosas. Amèn.
ResponderEliminarSiervo de Dios,
ResponderEliminarTu que fuiste capaz de seguir la senda del Maestro, intercede por todos nosotros, por nuestras necesidades materiales y espirituales, para que podamos llegar a la diestra del Padre.
Aboga para que la situación actual se arregle y los miles de personas que pasan hambre y necesidad puedan vivir dignamente y que la justicia se haga ver para todos.
Por Jesucristo Ntro. Señor.
Amén
HOY LA SANTA IGLESIA CATÓLICA CONMEMORA EL DÍA DE UNO DE LOS SANTOS MAS QUERIDO POR TODOS NOSOTROS LOS CATÓLICOS, EL SANTO DE ENTRE LOS MAS SANTOS EL MAS HUMILDE, VIVIÓ EN LA HERMANA POBREZA COMO EL LA LLAMABA, AYUDABA SIN CONDICIÓN ALGUNA A LOS POBRES, Y ENFERMOS ACATÓ TODOS LOS AGRAVIOS Y MENOSPRECIOS CON TODA HUMILDAD DE SU PADRE, FAMILIA Y CONOCIDOS. ¡OH! GLORIOSO SAN FRANCISCO, TE PIDO POR LOS ENFERMOS, MARÍA VICTORIA, JORGE, POR LILLY, Y LAS NECESIDADES DE MARÍA J. Y MI HIJO ALBERTO. SEÑOR JESÚS ACOGE NUESTRAS SUPLICAS Y SE HAGAN SEGÚN TU VOLUNTAD. IMPLORO A TI SANTA IMAGEN DE LA BONDAD DE DIOS, PARA QUE INTERCEDAS POR MIS NECESIDADES ECONÓMICAS Y ENCUENTRE UN TRABAJO ESTABLE Y CONSTANTE QUE CUBRA LAS NECESIDADES DE MI FAMILIA Y ME DE LA PAZ PARA TRABAJAR MÁS FUERTE EN LA VIÑA DEL SEÑOR. GRACIAS SEÑOR POR ESTOS BENEFICIOS QUE TÚ ME DARÁS Y A TI SANTICO Y VIRGEN MARÍA GRACIAS POR SER MIS INTERCESORES EN EL DÍA DE HOY AMEN
ResponderEliminarGRACIAS SAN FRANCISCO POR AYUDARNOS A AMAR Y SERVIR MÁS A JESÚS EN LOS POBRES Y ENFERMOS AMÉN.
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