Hoy, 26 de octubre, conmemoramos a San ALFREDO el GRANDE, Rey.
SAN ALFREDO EL GRANDE (849-899) nació en Wantage, en Dorset, condado de Berkshire, en una de las familias reales que había en Inglaterra.
Alfredo fue el quinto y último de los hijos varones de Ethelwulfo, rey de Wessex, y de Osburga, su primera esposa.
En 855, con la muerte de su madre, acompañó a su padre en una peregrinación a Roma, donde el papa San León IV le vaticinó que llegaría a ser un gran rey, a pesar de ser el último en la sucesión al trono.
De regreso a Gran Bretaña, la comitiva se detuvo un tiempo en la corte del rey Carlos el Calvo de Francia, con cuya hija Judith casó Ethelwulfo en segundas nupcias.
Ethelwulfo murió en 858. Le siguieron los hermanos mayores de Alfredo, llamados Ethelbaldo y Ethelberto, que murieron muy pronto. Fue cuando su tercer hermano, Ethelredo I, llegó al trono que San Alfredo comenzó a distinguirse en sus batallas contra los vikingos.
Al fallecer este hermano en 871, San Alfredo el Grande accede finalmente al trono, como rey de Wessex, el más poderoso de los cuatro reinos ingleses. Luchó contra los daneses y los normandos, y pronto obtuvo partes de Mercia bajo su dominio.
En 878, un ataque sorpresa de los daneses lo obligó a refugiarse en Athelney, pero luego derrota a esos mismos vikingos en Edington. El rey danés vencido, Gudrum, aceptó entonces ser bautizado y se retiró a Anglia Oriental.
Ocho años más tarde, San Alfredo consiguió arrebatarles a los daneses el control del importante centro comercial llamado Londres. En un nuevo tratado con Gudrum, él mismo se proclamó caudillo de todos los ingleses.
San Alfredo el Grande organizó la flota militar para defender la isla en contra de los vikingos, por lo que se le considera el “padre de la Marina inglesa”.
En la vida civil, San Alfredo fundó escuelas y monasterios, y fue un promotor de lo que ahora llamamos las ciencias y las humanidades; reunió en su corte a eruditos traídos de Francia para compilar todas las leyes de Inglaterra, e hizo traducir documentos escritos en latín, como las obras de San Agustín y la Historia de la Iglesia de Beda el Venerable.
Desde que falleció, en Winchester, San Alfredo el Grande comenzó a ser venerado. A pesar de que nunca ha sido canonizado oficialmente, es considerado uno de los santos más importantes de Inglaterra.
SAN ALFREDO EL GRANDE nos ofrece el modelo de un monarca cristiano consagrado a su pueblo.
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SAN ALFREDO EL GRANDE (849-899) nació en Wantage, en Dorset, condado de Berkshire, en una de las familias reales que había en Inglaterra.
Alfredo fue el quinto y último de los hijos varones de Ethelwulfo, rey de Wessex, y de Osburga, su primera esposa.
En 855, con la muerte de su madre, acompañó a su padre en una peregrinación a Roma, donde el papa San León IV le vaticinó que llegaría a ser un gran rey, a pesar de ser el último en la sucesión al trono.
De regreso a Gran Bretaña, la comitiva se detuvo un tiempo en la corte del rey Carlos el Calvo de Francia, con cuya hija Judith casó Ethelwulfo en segundas nupcias.
Ethelwulfo murió en 858. Le siguieron los hermanos mayores de Alfredo, llamados Ethelbaldo y Ethelberto, que murieron muy pronto. Fue cuando su tercer hermano, Ethelredo I, llegó al trono que San Alfredo comenzó a distinguirse en sus batallas contra los vikingos.
Al fallecer este hermano en 871, San Alfredo el Grande accede finalmente al trono, como rey de Wessex, el más poderoso de los cuatro reinos ingleses. Luchó contra los daneses y los normandos, y pronto obtuvo partes de Mercia bajo su dominio.
En 878, un ataque sorpresa de los daneses lo obligó a refugiarse en Athelney, pero luego derrota a esos mismos vikingos en Edington. El rey danés vencido, Gudrum, aceptó entonces ser bautizado y se retiró a Anglia Oriental.
Ocho años más tarde, San Alfredo consiguió arrebatarles a los daneses el control del importante centro comercial llamado Londres. En un nuevo tratado con Gudrum, él mismo se proclamó caudillo de todos los ingleses.
San Alfredo el Grande organizó la flota militar para defender la isla en contra de los vikingos, por lo que se le considera el “padre de la Marina inglesa”.
En la vida civil, San Alfredo fundó escuelas y monasterios, y fue un promotor de lo que ahora llamamos las ciencias y las humanidades; reunió en su corte a eruditos traídos de Francia para compilar todas las leyes de Inglaterra, e hizo traducir documentos escritos en latín, como las obras de San Agustín y la Historia de la Iglesia de Beda el Venerable.
Desde que falleció, en Winchester, San Alfredo el Grande comenzó a ser venerado. A pesar de que nunca ha sido canonizado oficialmente, es considerado uno de los santos más importantes de Inglaterra.
SAN ALFREDO EL GRANDE nos ofrece el modelo de un monarca cristiano consagrado a su pueblo.
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