Hoy, 10 de octubre, conmemoramos a San CERBONIO de POPULONIA, Obispo.
SAN CERBONIO DE POPULONIA (¿?-575) nació en los comienzos del siglo VI en lo que había sido la provincia romana de África; era la época de las invasiones bárbaras.
De acuerdo con las relaciones históricas, San Cerbonio nació en una comunidad cristiana del norte de África, donde fue ordenado sacerdote por San Régulo (que no debe confundirse con el de Escocia).
Cuando los vándalos, que eran arrianos, pasaron de España por Andalucía hacia África, expulsaron y dispersaron a los cristianos que estaban asentados ahí.
San Cerbonio pasó entonces a Italia junto con San Régulo y otros sacerdotes; todos se establecieron en la Toscana y vivieron varios años como ermitaños.
Cerca de ahí, en el pequeño golfo de Baratti, frente a la isla de Elba, se encontraba la pequeña ciudad metalúrgica de Populonia, donde se había trabajado el hierro desde la época de los etruscos, mil años antes.
Durante las incursiones de los bárbaros, sin embargo, la producción minera había decaído notablemente, y la población había sido diezmada por la malaria.
A la muerte del obispo de Populonia, Florentius, los clérigos y el pueblo le pidieron a San Cerbonio que fuera su nuevo obispo, y él aceptó servir a la comunidad.
Como obispo, San Cerbonio se distinguió por ser muy madrugador, al grado de que la gente se quejó con el papa Virgilio de que los domingos daba la misa al rayar el sol.
Llegaron los enviados papales un domingo y encontraron a San Cerbonio desayunando. Pensaron que cometía una herejía por ir a oficiar misa con el estómago lleno, pero luego se enteraron de que hacía un par de horas que había oficiado ya los servicios.
Camino a Roma San Cerbonio curó a tres hombres que padecían fiebres; luego fueron atacados por unos gansos salvajes, pero él los amansó haciendo sobre ellos la señal de la cruz.
A la mañana siguiente al amanecer acudió San Cerbonio a ver al papa, y lo sacó de las cobijas. El apacible carácter del santo convenció al papa, quien le dio autorización para decir la misa a la hora que le viniera mejor.
Cuando regresó a Populonia, el obispo encontró con que los ostrogodos al mando de su rey Totila habían invadido la Toscana. Como San Cerbonio había prestado auxilio a unos soldados romanos, Totila lo condenó a morir devorado por una fiera.
Los ostrogodos arrojaron entonces a San Cerbonio con un feroz oso hambriento. Sin embargo, el oso, al verle, se arrojó a sus pies y empezó a lamerle las sandalias. Esto impresionó profundamente a Totila, quien conmutó la pena por el exilio a la isla de Elba. O bien quienes lo exilaron fueron los lombardos, cuando expulsaron a los ostrogodos de la Toscana.
En Elba pasó entonces San Cerbonio el resto de sus días, viviendo como ermitaño junto con algunos compañeros. Hacia 575, cuando se sintió morir, pidió ser enterrado en Populonia. En una pequeña capilla románica que se conserva entre antiquísimas tumbas, hay una fuente llamada de San Cerbonio, a cuya agua se le atribuyen propiedades edificantes.
San Gregorio Magnó destacó a San Cerbonio como un hombre piadoso y venerable. En la cercana villa de Massa Marittima, la catedral, de San Cerbonio, resguarda un relicario del siglo XIV con su imagen, testimonio de su culto durante la edad media.
SAN CERBONIO DE POPULONIA nos enseña el valor de madrugar para tener una actitud positiva ante la vida.
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SAN CERBONIO DE POPULONIA (¿?-575) nació en los comienzos del siglo VI en lo que había sido la provincia romana de África; era la época de las invasiones bárbaras.
De acuerdo con las relaciones históricas, San Cerbonio nació en una comunidad cristiana del norte de África, donde fue ordenado sacerdote por San Régulo (que no debe confundirse con el de Escocia).
Cuando los vándalos, que eran arrianos, pasaron de España por Andalucía hacia África, expulsaron y dispersaron a los cristianos que estaban asentados ahí.
San Cerbonio pasó entonces a Italia junto con San Régulo y otros sacerdotes; todos se establecieron en la Toscana y vivieron varios años como ermitaños.
Cerca de ahí, en el pequeño golfo de Baratti, frente a la isla de Elba, se encontraba la pequeña ciudad metalúrgica de Populonia, donde se había trabajado el hierro desde la época de los etruscos, mil años antes.
Durante las incursiones de los bárbaros, sin embargo, la producción minera había decaído notablemente, y la población había sido diezmada por la malaria.
A la muerte del obispo de Populonia, Florentius, los clérigos y el pueblo le pidieron a San Cerbonio que fuera su nuevo obispo, y él aceptó servir a la comunidad.
Como obispo, San Cerbonio se distinguió por ser muy madrugador, al grado de que la gente se quejó con el papa Virgilio de que los domingos daba la misa al rayar el sol.
Llegaron los enviados papales un domingo y encontraron a San Cerbonio desayunando. Pensaron que cometía una herejía por ir a oficiar misa con el estómago lleno, pero luego se enteraron de que hacía un par de horas que había oficiado ya los servicios.
Camino a Roma San Cerbonio curó a tres hombres que padecían fiebres; luego fueron atacados por unos gansos salvajes, pero él los amansó haciendo sobre ellos la señal de la cruz.
A la mañana siguiente al amanecer acudió San Cerbonio a ver al papa, y lo sacó de las cobijas. El apacible carácter del santo convenció al papa, quien le dio autorización para decir la misa a la hora que le viniera mejor.
Cuando regresó a Populonia, el obispo encontró con que los ostrogodos al mando de su rey Totila habían invadido la Toscana. Como San Cerbonio había prestado auxilio a unos soldados romanos, Totila lo condenó a morir devorado por una fiera.
Los ostrogodos arrojaron entonces a San Cerbonio con un feroz oso hambriento. Sin embargo, el oso, al verle, se arrojó a sus pies y empezó a lamerle las sandalias. Esto impresionó profundamente a Totila, quien conmutó la pena por el exilio a la isla de Elba. O bien quienes lo exilaron fueron los lombardos, cuando expulsaron a los ostrogodos de la Toscana.
En Elba pasó entonces San Cerbonio el resto de sus días, viviendo como ermitaño junto con algunos compañeros. Hacia 575, cuando se sintió morir, pidió ser enterrado en Populonia. En una pequeña capilla románica que se conserva entre antiquísimas tumbas, hay una fuente llamada de San Cerbonio, a cuya agua se le atribuyen propiedades edificantes.
San Gregorio Magnó destacó a San Cerbonio como un hombre piadoso y venerable. En la cercana villa de Massa Marittima, la catedral, de San Cerbonio, resguarda un relicario del siglo XIV con su imagen, testimonio de su culto durante la edad media.
SAN CERBONIO DE POPULONIA nos enseña el valor de madrugar para tener una actitud positiva ante la vida.
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¡Señor!!!,... concédenos esa misma bondad durante nuestros sufrimientos tu fuerza salvadora. Te lo pido por la intercesión de tu Servo, SAN CERBONIO DE POPULONIA,..."Amén"
ResponderEliminarQuerido San Cerbonio de Populonia, te pido encarecidamente por favor que me ayudes a madrugar como bien para mi alma...hay tantas cosas que hacer... De hecho es lo que mas me cuesta, como a otros muchos.
ResponderEliminarAyudame a madrugar y poder ofrecerselo al Señor. Y de paso, nada más despertarme poder ofrecerle todo mi día.
Sigo rezando por mis amigos del Santoral, aunque últimamente no he escrito. Sigo rezando por María Victoria y por Jorge, además de por sus mamás.
Espero que todo vaya bien.
Alabado sea siempre la Santísima Trinidad y la Reina Virgen María
Soy el mismo pero con otra dirección de google.
ResponderEliminarBendiciones!
SAN CERBONIO DE POPULONIA, que en la Gloria estés junto a los seres celestiales.Toda tu vida un ejemplo a seguir, por tus oficios religiosos, las sanaciones tu actitud positiva ante la vida.
ResponderEliminarEn este día yo te invoco SAN CERBONIO DE POPULONIA para que intercedas ante Nuestro Señor Jesucristo,si así El lo tiene dispuesto a favor de restablecer la salud de mi hija María Victoria.
Jesús!....en ti confió.
Humildemente te pido Jesús, tiendas hacia mi hija tu mano amorosa y sanadora para otorgarle el fin a sus enfermedades que la ciencia no sabe curar. Solo tu puedes Señor!...Doctor de Doctores otorgar ese milagro.
Señor...te pido perdones todos los pecados de mi hija y la consideres merecedora de tu atención.
Santísima Virgen María!...te ruego tengas a tu amparo bajo tu Manto Sagrado a mi hija y Tu amorosa y maternalmente le des tu bendición.
Gracias Virgen María...se que escuchas mi pedido con atención ya que tu eres la Madre de todos nosotros.
Angeles de la Guarda; San Miguel, San Gabriel, San Rafael y San Uriel, les pido rodeen con vuestras protectoras alas de noche y de día a mi hija y que esté a resguardo de todo daño.
Pido perdón por mis pecados de la misma forma que perdono a los que me faltaron.
Qué así sea. Amén. Gracias.
SAN CERBONIO DE POPULONIA CONCEDEME EL DON DE AYUDAR A LA HUMANIDAD DE CUALQUIER MANERA ASI COMO TU LO HICISTE AL SANAR ESAS TRES PERSONAS DAME EL DON DE AMANZAMIETO TANTO PARA MI COMO CUANDO LO TENGA QUE HACER O CON LOS QUE SUFRAN ESAS IRA Y SED DE VENGANZA ASI COMO TU LO HICISTE AL APACIGUAR ESAS FIERAS, TE PIDO QUE COMO TU CUANDO HICISTE LA SANTISIMA CRUZ Y SE TE CONCEDIERON TUS DESEOS ASI LO ESPERO SER ALGUN DIA QUE EL INVOCAR L PADRE CELESTIAL Y A SU HIJO JESUCRISTO Y SANTIGUAR DE LOS FRUTOS QUE PRETENDO DE TODO CORAZON. PADRE CELESTIAL TE PIDO QUE POR LA INTERCESION DE NUESTRO SANTO CERBONIO DE POPULONIA NOS CENCEDAS LA SANACION ESPIRITUAL Y CORPORAL DE MIS HERMANOS: MARIA VICTORIA, JORGITO, EIMY, YAEL Y SONIA QUE LOS ALIVIES LO MAS PRONTO POSIBLE PARA CORRER ADORARLOS Y AGRADECERLES A TODOS LOS SANTOS Y AL PAPA DIOS, ASI COMO TAMBIEN QUE LIBERES DE LA PRISIÓN AMIS HERMANOS ORLANDO, ALVARO Y OSCAR DIEGO QUE NO SUFRAN MAS SE QUE ESTÁN ARREPENTIDOS DE TODO LO QUE HICIERON Y DE HABERSE DEJADO INFLUENCIAR DEL MAL DE SUS GAMONALES JEFES PERO QUE IBAN HACER TANTO AMAN SU VIDA COMO LA DE LOS SUYOS QUE TUVIERON QUE ACCEDER HACERLO POR FAVOR LIBRALOS GRACIAS GRACIAS AMEN AMEN GRACIAS GRACIAS AMEN AMEN AMEN TOÑO RAMIREZ.
ResponderEliminarSan cerbonio de Populonia, intercede ante Dios para que se curen mis ataques de ansiedad y problemas intestinales. Quiero estar sana para operar en servício de Dios.
ResponderEliminarQue se haga la voluntad del Altísimo