Hoy, 3 de septiembre, conmemoramos a San GREGORIO MAGNO, Doctor de la Iglesia, Papa 64º.
SAN GREGORIO MAGNO (540-604) nació en Roma, en el linaje de los Anicia, una acaudalada familia romana de patricios que desde generaciones atrás se había vuelto cristiana.
San Gregorio era hijo de un senador romano, si bien en una época en que el senado carecía del poder público que había tenido antaño. También era bisnieto del papa Félix III.
De joven fue un estudiante dedicado. Se preparó para jurisprudencia y administración pública, y a los 30 años de edad fue electo Prefecto de Roma, el cargo civil más elevado que era posible alcanzar.
Entonces, de manera inesperada, abandonó todos sus puestos oficiales para dedicarse a la vida religiosa. Tras la muerte de su padre en 575, San Gregorio se retiró a la casa de su heredad, y pronto la transformó en monasterio benedictino consagrado a San Andrés. El sitio estaba donde actualmente se encuentra la iglesia de S. Gregorio al Celio.
San Gregorio se hizo sacerdote, y fue uno de los Siete Diáconos de Roma. En 579, el papa Pelagio II lo envió en embajada a Constantinopla, la actual Estambul, para entrevistarse con el emperador Mauricio.
Durante los aproximadamente seis años que permaneció en la capital del Imperio en Oriente, San Gregorio entabló buenas relaciones con la familia imperial, lo mismo que con personajes ilustres de la corte. Sin embargo, a su regreso a Roma hacia 586, volvió a retirarse a su monasterio.
Tiempo después solicitó permiso para salir a evangelizar a los anglosajones, pero el papa Pelagio prefirió tenerlo mejor siempre cerca, por lo que lo designó como su secretario particular.
En 590, tras una tremenda inundación que asoló Roma, Pelagio II murió, contagiado de la peste, de manera unánime fue electo como su sucesor. Sin embargo, San Gregorio lo que quería era retirarse a una ermita alejada del mundo.
Se dice que para conseguirlo había planeado salir de la ciudad escondido en un tonel como parte de un cargamento. No obstante, una columna de luz habría surgido del cielo hasta el tonel donde él se escondía, con lo que para todos fue fácil hallarle.
De este modo, San Gregorio I, Magno, se convirtió en el sexagésimo cuarto papa de la Iglesia. Los catorce años de su pontificado se caracterizan por su valentía y su capacidad diplomática para enfrentar a los enemigos de la Fe y a los invasores de Roma y de lo que quedaba del Imperio de Occidente.
Con las arcas de la ciudad vacías y sin ayuda de ningún aliado tuvo que enfrentar a los lombardos en 592 y comprometerse a pagar un fuerte tributo cada año y ceder un extenso territorio (la actual Toscana).
Así fue como de pronto el Papado bajo San Gregorio se vio convertido en la autoridad tanto religiosa como civil en Italia, estando a cargo de proteger a la población y procurar ayuda para los necesitados.
No sólo consiguió San Gregorio en su momento, y con muy escasos recursos, hacer retroceder a la herejía del arrianismo y aliarse con los reyes de los francos, sino que también se le recuerda por estructurar la liturgia eclesiástica y por la recopilación de cantos de los cristianos primitivos (500 años antes que él), a los cuales todavía conocemos y escuchamos como Cantos Gregorianos.
En 1295, el papa Bonifacio VIII lo declaró Doctor de la Iglesia. San Gregorio Magno es el santo patrono de los coros de música y de sus cantantes.
SAN GREGORIO MAGNO nos enseña el valor de conservar la alegría cuando enfrentamos las situaciones más difíciles.
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SAN GREGORIO MAGNO (540-604) nació en Roma, en el linaje de los Anicia, una acaudalada familia romana de patricios que desde generaciones atrás se había vuelto cristiana.
San Gregorio era hijo de un senador romano, si bien en una época en que el senado carecía del poder público que había tenido antaño. También era bisnieto del papa Félix III.
De joven fue un estudiante dedicado. Se preparó para jurisprudencia y administración pública, y a los 30 años de edad fue electo Prefecto de Roma, el cargo civil más elevado que era posible alcanzar.
Entonces, de manera inesperada, abandonó todos sus puestos oficiales para dedicarse a la vida religiosa. Tras la muerte de su padre en 575, San Gregorio se retiró a la casa de su heredad, y pronto la transformó en monasterio benedictino consagrado a San Andrés. El sitio estaba donde actualmente se encuentra la iglesia de S. Gregorio al Celio.
San Gregorio se hizo sacerdote, y fue uno de los Siete Diáconos de Roma. En 579, el papa Pelagio II lo envió en embajada a Constantinopla, la actual Estambul, para entrevistarse con el emperador Mauricio.
Durante los aproximadamente seis años que permaneció en la capital del Imperio en Oriente, San Gregorio entabló buenas relaciones con la familia imperial, lo mismo que con personajes ilustres de la corte. Sin embargo, a su regreso a Roma hacia 586, volvió a retirarse a su monasterio.
Tiempo después solicitó permiso para salir a evangelizar a los anglosajones, pero el papa Pelagio prefirió tenerlo mejor siempre cerca, por lo que lo designó como su secretario particular.
En 590, tras una tremenda inundación que asoló Roma, Pelagio II murió, contagiado de la peste, de manera unánime fue electo como su sucesor. Sin embargo, San Gregorio lo que quería era retirarse a una ermita alejada del mundo.
Se dice que para conseguirlo había planeado salir de la ciudad escondido en un tonel como parte de un cargamento. No obstante, una columna de luz habría surgido del cielo hasta el tonel donde él se escondía, con lo que para todos fue fácil hallarle.
De este modo, San Gregorio I, Magno, se convirtió en el sexagésimo cuarto papa de la Iglesia. Los catorce años de su pontificado se caracterizan por su valentía y su capacidad diplomática para enfrentar a los enemigos de la Fe y a los invasores de Roma y de lo que quedaba del Imperio de Occidente.
Con las arcas de la ciudad vacías y sin ayuda de ningún aliado tuvo que enfrentar a los lombardos en 592 y comprometerse a pagar un fuerte tributo cada año y ceder un extenso territorio (la actual Toscana).
Así fue como de pronto el Papado bajo San Gregorio se vio convertido en la autoridad tanto religiosa como civil en Italia, estando a cargo de proteger a la población y procurar ayuda para los necesitados.
No sólo consiguió San Gregorio en su momento, y con muy escasos recursos, hacer retroceder a la herejía del arrianismo y aliarse con los reyes de los francos, sino que también se le recuerda por estructurar la liturgia eclesiástica y por la recopilación de cantos de los cristianos primitivos (500 años antes que él), a los cuales todavía conocemos y escuchamos como Cantos Gregorianos.
En 1295, el papa Bonifacio VIII lo declaró Doctor de la Iglesia. San Gregorio Magno es el santo patrono de los coros de música y de sus cantantes.
SAN GREGORIO MAGNO nos enseña el valor de conservar la alegría cuando enfrentamos las situaciones más difíciles.
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SAN GREGORIO, se ejemplo para nuestrs vidas y ruega por nosotros.-
ResponderEliminarSan SAN GREGORIO MAGNO, enseñanos el valor de conservar la alegría, armonia y valor cuando enfrentamos todas las adversidades y situaciones más difíciles, AMEN.
ResponderEliminarOH, GLORIOSO SAN GREGORIO MAGNO, QUIERO DARTE MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TODO LO QUE ME HAS AYUDADO, SI DEPRONTO ME HE DESMANDADO INVOCÁNDOTE TE PIDO PERDON, PERO ES QUE QUIERO " NO " SE OLVIDEN DE TÍ, Y QUE TU NO TE OLVIDES DE MI Y DE MI FAMILIA ESPECIALMENTE MI DESCENDENCIA.
ResponderEliminarDAME FORTALEZA, TEMPLANZA, FÉ, ESPERANZA Y CARIDAD PARA CONTINUAR MI MISIÓN EN ESTE MUNDO Y QUE CUANDO LLEGUE EL MOMENTO DE MI PARTIDA, TU ME RECIBAS Y ME ACOMPAÑES HACIA LA GLORIA DE DIOS PADRE, DIOS HIJO, DIOS ESPÍRITU SANTO Y ASÍ JUNTO CON LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA PODAMOS ALABAR Y ADORAR A DIOS.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS...AMEN..AMEN...AMEN..
San Gregorio Magno, intercede ante Dios para que los cantos litúrgicos no sean reemplazados en todas partes, por ese balbuceo sin sentido de balada rockera con los que profanan el culto al Padre cada domingo los jóvenes de las diferentes parroquias del mundo.Intercede ante Dios para que el Papa los prohiba y se vuelva a los sagrados cánticos en tu honor.
ResponderEliminarGlorioso San Gregorio: Le pedimos hacer igual que usted la adorable voluntad de Dios,con su misma humildad, abandonandonos a la providencia divina y los bienes temporales que pudieramos tener. Y En caso de querer abandonar nuestra misión en la tierra, el designio de Dios, que nuestros amigos tengan la luz de la columna. También le pido por el coro de mi parroquia, para que pueda crecer y embellecerse de la mano de Santa María y del Espíritu Santo, Usted Santo de mí corazón, es el más interesado en que sea muy bello el culto a Dios es por eso que hago extencible el pedido para toda mi Dioscesis, país y el mundo entero. Y sí, es para el bien de nuestras almas se nos conceda el cántico del Santo amor, que es cantar como los ángeles.
ResponderEliminarAmén
Glorioso San gregorio:haznos comprender correctamente lo que esta escrito,en el Sacrosantum Concilium (S.C.)1963, que es inspirado por el Espíritu Santo...la música sagrada destaca sobre todas las artes; pintura, escultura, arquitectura...ya que es Palabra de Verbo de Dios, embellecida con bellas ármonias, es oración que expande el alma y abré el corazón a Dios.
ResponderEliminarSan Gregorio haznos entender que la música debe ayudarnos a embebernos del sentido sacrificial de la Santa Misa y que la Iglesia debe protejer lo sagrado, y al igual que usted recopilar y enseñar tal alto arte, ayudandonos a seguir las normas eucaristicas que ayudan a la ármonia, al igual que los diez mandamientos, y ha reconocer que la Iglesia es una Madre, también nos da margenes de flexibilidad dependiendo del grado de de solemnidad,y la cultura de un pueblo.
Mi generación, sólo ha escuchado canciones e instrumentos que no ayudan del todo al recojimiento sacrificial, pero por lo mismo el contraste es más evidente, más impactante y trasendente...de alguna manera vamos comprendiendo que la misa es un gran Misterio, que se devela velandose al mismo tiempo... el silencio y el canto gregoriano cantado con sonidos extraños a nuestra lengua, es nada más para que comprendamos que participamos de algo sumamente inhasible, para nuestra mentalidad he inteligencia queden como anonadados y sólo nuestro corazón sencillo y pobre agradezca tal grandeza.
Amado Patrono; desentierra y sin respetos humanos, explicanos los documentos Musicam Sacram de 1967, y pon de "moda", la música Gregoriana y la música Ambrosiana, al Diablo no le conviene que el mundo conozca la Belleza y la aprecie, es por eso que mi ruego, es un ruego suplicante. Amén
san gregorio magno ,enseñanos y guianos con tu ejemplo¡ amen.
ResponderEliminarSan Gregorio Magno infunde en todas nuestras parroquias la Alegría Pascual
ResponderEliminarAnónimo dijo...San Gregorio de Magno protege a mi familia a mi, ayúdanos y guíanos, se ejemplo para nuestras vidas y bendícenos a todos.
ResponderEliminarAMÉN
3 de septiembre de 2010 15:48
San Gregorio Magno, que decidiste seguir los caminos a la santidad.. intercede por nosotros familia masch..que por el espiritu santo fuiste guiado, hoy el mismo espiritu me habló de ti, para que te conociera y me encomiende a ti, ruega a Dios por nuestros problemas y necesidades,y pronto se resuelva todo este calvario, nos mande paz, paciencia y sabiduria, para enfretar lo que el permita que vivamos, para gloria de EL y bien de nosotro.
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