Hoy, 4 de octubre, conmemoramos a San CARLOS BORROMEO, Obispo.
SAN CARLOS BORROMEO (1538-1584) nació en Arona, en Novara, Italia, en el seno de una familia noble e influyente de políticos, banqueros y militares.
Como segundo hijo del conde Gilberto Borromeo y de Margarita de Médicis, de acuerdo con las costumbres aristócratas, desde niño San Carlos Borromeo fue destinado a la vida religiosa, y a los 12 años ingresó a la abadía benedictina de Arona. Más tarde estudió Derecho en la Universidad de Pavía.
Su tío materno era el papa Pío IV, y en 1560, cuando San Carlos tenía 22 años, lo mandó llamar a Roma para trabajar cerca de él en asuntos de Estado. En 1563 fue invitado al Concilio de Trento, donde recibió la consagración como obispo de Milán.
A la muerte del papa Pío IV un año después, San Carlos Borromeo salió de Roma para dedicarse exclusivamente a su diócesis de Milán, la cual abarcaba un territorio muy extenso en el norte de Italia y Suiza.
San Carlos visitó cada rincón de su diócesis, preocupado por la formación del clero, para lo cual fundó numerosos seminarios. También estableció hospitales y asilos, atendiendo las condiciones de los fieles, en especial las de los más necesitados.
Haciendo valer siempre su lema: “Humildad”, San Carlos Borromeo buscó reformar la estructura interna de la Iglesia para separarla de los intereses de los poderosos. Los enconos que despertó fueron tales, que sufrió un atentado, del cual salió ileso.
Cuando la peste asoló Milán entre 1576 y 1578, las medidas tomadas por San Carlos contribuyeron a salvar numerosas vidas, aunque en su actividad al cuidado de los enfermos su salud quedó algo minada.
Por la fuerza de su ascetismo y la firmeza de sus principios, San Carlos Borromeo se convirtió en el modelo de los obispos de su tiempo. Víctima de fiebres y de la excesiva fatiga, murió a la temprana edad de 46 años.
San Carlos Borromeo fue canonizado en 1610 por el papa Paulo V. Su cuerpo incorrupto se conserva todavía en la catedral de Milán.
SAN CARLOS BORROMEO nos enseña que la verdadera nobleza exige humildad y amor por los desfavorecidos.
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SAN CARLOS BORROMEO (1538-1584) nació en Arona, en Novara, Italia, en el seno de una familia noble e influyente de políticos, banqueros y militares.
Como segundo hijo del conde Gilberto Borromeo y de Margarita de Médicis, de acuerdo con las costumbres aristócratas, desde niño San Carlos Borromeo fue destinado a la vida religiosa, y a los 12 años ingresó a la abadía benedictina de Arona. Más tarde estudió Derecho en la Universidad de Pavía.
Su tío materno era el papa Pío IV, y en 1560, cuando San Carlos tenía 22 años, lo mandó llamar a Roma para trabajar cerca de él en asuntos de Estado. En 1563 fue invitado al Concilio de Trento, donde recibió la consagración como obispo de Milán.
A la muerte del papa Pío IV un año después, San Carlos Borromeo salió de Roma para dedicarse exclusivamente a su diócesis de Milán, la cual abarcaba un territorio muy extenso en el norte de Italia y Suiza.
San Carlos visitó cada rincón de su diócesis, preocupado por la formación del clero, para lo cual fundó numerosos seminarios. También estableció hospitales y asilos, atendiendo las condiciones de los fieles, en especial las de los más necesitados.
Haciendo valer siempre su lema: “Humildad”, San Carlos Borromeo buscó reformar la estructura interna de la Iglesia para separarla de los intereses de los poderosos. Los enconos que despertó fueron tales, que sufrió un atentado, del cual salió ileso.
Cuando la peste asoló Milán entre 1576 y 1578, las medidas tomadas por San Carlos contribuyeron a salvar numerosas vidas, aunque en su actividad al cuidado de los enfermos su salud quedó algo minada.
Por la fuerza de su ascetismo y la firmeza de sus principios, San Carlos Borromeo se convirtió en el modelo de los obispos de su tiempo. Víctima de fiebres y de la excesiva fatiga, murió a la temprana edad de 46 años.
San Carlos Borromeo fue canonizado en 1610 por el papa Paulo V. Su cuerpo incorrupto se conserva todavía en la catedral de Milán.
SAN CARLOS BORROMEO nos enseña que la verdadera nobleza exige humildad y amor por los desfavorecidos.
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San Carlos Borromeo, que en paz estés, ruega por nosotross, ayúdanos y protégenos, amén.-
ResponderEliminarSAN CARLOS DE BORROMEO, TE PEDIMOS POR YU INTERCESION A SER HUMILDE Y SERVICIAL.AYUDANOS A EXTENDER EL REINO DE DIOS POR TODO EL MUNDO. AMEN
ResponderEliminarSAN CARLOS DE BARROMERO QUE DIOS TE BENDIGA POR TODO LO QUE HICISTE EN LA TIERRA EN BIEN DE TUS HERMANOS Y LA GLORIA Y LA DICHA QUE DISTE A MUCHA GENTE POR ESO TE RUEGO QUE INTERCEDAS ANTE EL PADRE CELESTIAL POR MI MI FAMILIA Y TODOS AQUELLOS QUE NECESITEN ALGO QUE YO LES PUEDA SOLUCIONAR DAME LOS RECURSOS TANTO PSICOLOGICOS COMO ECONOMICOS RUEGA AL PADRE CELETIAL POR MIS DESEOS "SIEMPRE RESPETANDO SU VOLUNTAD Y NO HACIENDO LA MIA, QUE SEA CVOMO EL LO QUIERA Y NO COMO YO QUIERA" SAN CARLOS EN UNION DE TODOS LOS SANTOS PERDONEMEN TODO LO QUE LOS HE OFENDIDO ASI COMO A NUESTRO PADRE CELESTIAL DESEO PEDIRTE AYUDA EN MIS PROPOSITOS QUE SE CUMPLAN.
ResponderEliminarJESUS ANTONIO.
San Carlos Borromeo, intercede ante Dios para que los pastores de la Iglesia sigan el camino de las Sagradas Escrituras, no el de las constituciones laicas, como ocurre hoy en día.Esos pastores, deberían tener tu valor para romper con los poderosos de hoy si éstos se apartan de la senda de Cristo...tal y como tú rompiste con los poderosos de ayer.
ResponderEliminarSAN CARLOS BORROMEOS, AYUDANOS Y PROTEGENOS SANTISIMO, QUE EN GLORIA ESTES. PROTEGE A MI FAMILIA A MI Y BENDITO SEAS.
ResponderEliminarAMÉN AMÉN JESUS
SAN CARLOS DE BORROMEO ..EN PAZ ESTAS Y RUEGA POR NOSOTROS ,AMEN ,AMEN AMEN .
ResponderEliminarSAN CARLOS DE BORROMEO:ORA POR NOSOTROS PECADORES,Y ACUERDATE CUANDO ESTEMOS EN LOS MOMENTOS DE LA MUERTE , ALCANZAR LA GLORIA ETERNA.
ResponderEliminarLA HUMILDAD Y FAVORECER A LOS MAS NESECITADOS,NO ES LO QUE SE ESTÁ PRESENTANDO EN LA HUMANIDA HOY EN DÍA.AYUDANOS A ENCONTRAR ÉSTA VIA, SAN CARLOS DE BORROMEO PARA QUE EN LA OTRA VIDA, ESTAR CERCA DE TI Y SEGUIR REFORZANDO,LA LUCHA POR LOS MAS NESECITADOS. AMEN.
San Carlos te pido por mi, por mis hijos, en especial por Jhan Carlos y Carla, permite que pueda cultivar tu humildad y que pueda igualar a mi padre Carlos Navarro en humildad, como hiciste.
ResponderEliminarGracias a Dios por tantas bendiciones inmerecidas, liberame de las tentaciones y ayudame a perdonar a mis deudores como me han perdonado a mi.
En tu nombre y con la intercepcion de mi padre, de mi virgen de La Altagracias..Amen.
A MI TAMBIEN POR FAVOR GRACIAS AMEN
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